Seguro que muchas de las parejas que tienes a tu alrededor han roto en algún momento de su relación. Volver a salir con un ex no solo puede funcionar sino que además es muy habitual. Dos personas pueden perfectamente reencontrarse en otro punto del camino, con diferentes objetivos, nuevos aprendizajes acumulados y un grado de madurez diferente. Ahora bien, es obvio que no es lo mismo empezar de cero que empezar cuando ya existe un pasado en común. Precisamente por esto hay varias cosas que creo que es necesario que tengas en cuenta antes de tomar ningún tipo de decisión.
Espérate a pasar tu duelo amoroso antes de tomar ninguna decisión. En pleno momento de nostalgia romántica tiendes a idealizar lo bueno de la relación y a dejar de lado lo malo; en el dolor de su ausencia olvidas por qué rompisteis y tergiversas fácilmente la realidad. No vuelvas si volver implica retomar la relación desde el mismo punto que os condujo al desamor.
Razona con sinceridad acerca de por qué quieres volver con él. Si lo haces solo porque la ausencia es incómoda, porque no te sientes capaz de encontrar a otro o por pura inercia entonces piénsatelo dos veces. Si nada ha cambiado por tu parte, si no existen objetivos distintos, ¿qué te asegura que no se va a repetir la misma historia y, por tanto, el mismo fracaso? Volver con él por miedo a no ser capaz de afrontar tu vida es retrasar y prolongar lo inevitable. Esto puede llevarte a un peligroso bucle: cuanto más tiempo estéis juntos más te costará romper de manera definitiva.
Perdona el pasado pero marca tus límites de cara al futuro. No valen viejas recriminaciones cuando los dos os habéis marcado objetivos nuevos y os habéis vuelto a aceptar tal como sois. Ni puedes reprochar los trapos sucios de manera constante ni debes consentir aquello para lo que siempre has querido trazar una línea. Exponed frente a frente la cadena de acontecimientos que os llevó a la ruptura (porque por mucho que os echéis de menos es innegable que algo no funcionó del todo bien si la relación acabó rota), y llegad a puntos de acuerdo y consenso para no repetir viejos patrones aprendidos.
No le juzgues y ajusta tus expectativas. Es demasiado fácil. Si habéis decidido volver es porque los dos habéis estado de acuerdo en cambiar varias cosas de vosotros mismos y de la dinámica de la relación (si nada va a cambiar no tiene sentido intentar nada). No esperes de él más de lo que se ha comprometido a dar pero tampoco le prejuzgues en base a viejas actitudes suyas. Para valorar sus cambios debes estar receptiva a observarlos, identificarlos y apreciarlos. Si los dos habéis cambiado en este tiempo separados, disfrutad de nuevo de la ilusión del romance y del conocimiento mutuo.
Recuerda que con quererse no basta. A veces las personas que se quieren se destruyen. En pareja es necesario mucho más: respetarse, comprenderse, complementarse, enriquecerse, permitirse oportunidades de crecimiento personal, funcionar como un equipo y disfrutar del tiempo juntos. Si ni siquiera sois buenos amigos en lo que se refiere a todos estos aspectos, no merece la pena intentarlo.
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