Un pueblo que parece una maqueta , según mis subjetivos parámetros, es un caserío donde sus casas parecen una escenografía, el paisaje parece ser un “montaje”, el colorido a menudo acrecienta la sensación de irrealidad.
Plantearle esta cuestión a cualquier adulto es como preguntarle a un niño que a quién quiere más, a papá o a mamá. Pero, con motivo del lanzamiento de las campañas de DKNY y Gerard Darel, hemos caído en la tentación de hacerlo.